La historia del código de barras

Desde su invención a fines de la década de 1940, el código de barras ha cobrado una enorme importancia para la identificación automática y la captura de datos en diversas industrias. Hoy en día, el código de barras es omnipresente y se usa en numerosas aplicaciones, desde supermercados hasta el campo médico. Pero, ¿cómo surgió el código de barras? En este artículo, buscaremos la historia del código de barras, examinaremos sus predecesores, describiremos el desarrollo del sistema de código de barras y discutiremos la aplicación y el futuro del código de barras.

La idea de identificar y almacenar bienes e información de forma automatizada no es nueva. En el siglo XIX, se utilizaron marcos de conteo mecánicos y tarjetas perforadas para la captura de datos. En la década de 1940, hubo intentos iniciales de utilizar códigos ópticos para la captura de datos. Sin embargo, estos códigos no fueron particularmente exitosos debido a dificultades técnicas y posibilidades de aplicación limitadas. Fue la invención del código de barras lo que eventualmente trajo el gran avance para la captura automática de datos.

La invención del código de barras se debe al trabajo de dos estudiantes de la Universidad de Drexel en Filadelfia: Norman Woodland y Bernard Silver. En la década de 1940, los dos comenzaron a buscar una solución para la captura de datos automatizada. Experimentaron con varios códigos ópticos que podían aplicarse a los envases a través de diversas técnicas como la impresión, el pegado o la pintura. Buscaban un sistema que fuera fácil de imprimir y leer, así como robusto y económico de fabricar.

En 1949, Woodland tuvo una idea innovadora. Recordó el código Morse, que aprendió como Boy Scout, y se dio cuenta de que un código que consiste en una secuencia de guiones y espacios podría ser un método simple y confiable de captura de datos. En un centro comercial en Miami Beach, Woodland se sentó en la playa y dibujó guiones y espacios en la arena para imitar el código Morse y probar si este enfoque sería adecuado para la captura de datos. Woodland y Silver finalmente desarrollaron el primer prototipo de código de barras, que consiste en un patrón simple de guiones y espacios.

Sin embargo, tomó varios años para que el código de barras se convirtiera en un sistema práctico. En la década de 1950, varios grupos de investigación trabajaron en el desarrollo de sistemas de códigos que pudieran usarse en la industria. Uno de los hitos más importantes fue la invención del sistema de código de barras Bullseye por parte de David Savir en 1959. Esta tecnología utilizaba una disposición circular de segmentos que podían leerse ópticamente. Otros investigadores desarrollaron sistemas similares, pero ninguno de ellos pudo prevalecer. Finalmente, fue la introducción del código de barras en la década de 1970 lo que supuso el avance definitivo para la identificación automática y la captura de datos.

El primer código de barras que se usó en una tienda fue el Código Universal de Producto (UPC). El código UPC fue desarrollado por IBM y la industria alimentaria para simplificar el proceso de compra y almacenamiento de alimentos. El primer código UPC se escaneó en un paquete de goma de mascar Wrigley en un supermercado de Ohio en 1974. La introducción del código UPC fue un gran éxito y condujo a la rápida difusión del código de barras. Hoy en día, los códigos de barras se pueden encontrar en casi todas las industrias y aplicaciones, desde la logística hasta la electrónica de consumo.

La tecnología de código de barras ha experimentado numerosos desarrollos en las últimas décadas. Los códigos de barras se han vuelto cada vez más complejos y ahora pueden constar de varios cientos o miles de guiones. También se han desarrollado códigos 2D que pueden almacenar más información en un espacio más pequeño. Ejemplos de códigos 2D son el código QR y el código de matriz de datos. Los lectores de códigos de barras también se han mejorado y ahora son muy precisos y rápidos. Mediante el uso de tecnología inalámbrica como RFID (identificación por radiofrecuencia), los códigos de barras también se pueden leer de forma remota, ampliando sus posibilidades de aplicación.

El futuro del código de barras es prometedor. El código de barras sigue siendo una herramienta importante para la identificación automática y la captura de datos. En el futuro, se espera que la tecnología de código de barras se desarrolle aún más para que sea aún más precisa y eficiente. Un área donde los códigos de barras posiblemente puedan expandirse aún más es el Internet de las cosas (IoT). En el IoT, los dispositivos inteligentes que se comunican entre sí a través de una conexión inalámbrica jugarán un papel importante. Por lo tanto, se espera que continúe aumentando el uso de códigos de barras para identificar artículos y rastrear flujos de mercancías.

En resumen, se puede decir que el código de barras tiene una historia notable. Desde sus inicios como un simple patrón de líneas y espacios hasta su estado actual como una herramienta indispensable para la captura de datos, el código de barras ha experimentado un largo desarrollo. Es difícil imaginar cómo funcionaría la economía y la sociedad sin esta tecnología simple pero efectiva. El código de barras ha revolucionado la forma en que identificamos y rastreamos bienes e información y seguirá desempeñando un papel importante en el futuro.